Instituciones educativas deben evitar pedir forro de plástico en libros.
Ante el regreso a clases, es importante que las instituciones educativas consideren fomentar la cultura del ahorro y del equilibrio ecológico, y evitar solicitar a sus estudiantes el uso de forro de plástico en libros y libretas, señaló el diputado Eloy Franklin Sarabia, presidente de la Comisión de Ecología y Medio Ambiente del Congreso del Estado.
El legislador recordó que el Congreso del Estado aprobó la reforma a la Ley de Educación del Estado, en su artículo 13 donde se establece la obligación de “las instituciones educativas, los padres de familia y los educandos, la cultura del ahorro, de la preservación y restauración del equilibrio ecológico, así como del desarrollo sustentable, entre otras acciones, como la de evitar el uso del plástico en el forro de libros y libretas”.
Se indica en su exposición de motivos, que el plástico es un material formado por moléculas muy grandes llamadas polímeros, integrado por largas cadenas de átomos que contienen materiales de origen orgánico y de elevado peso molecular.
El uso del plástico en México ha tenido un crecimiento exponencial, incremento del cual no es la excepción nuestra Entidad Federativa, en la que poco se recicla o se reutiliza, sino que generalmente se manda a la basura, donde en la mayoría de los municipios del Estado no se tiene un tratamiento y disposición final adecuado de este producto, de manera que es un factor de contaminación de la tierra, aire y agua.
Por ello, es importante fomentar una cultura del ahorro entre las familias de los educandos y las instituciones educativas, para que, mediante la prohibición del uso del plástico en el forro de libros y libretas, se evite un gasto innecesario y que al tirarse los mismos al final del ciclo educativo a la basura, se provoque un daño ecológico relevante.
El propiciar la creación de una cultura de valores que impacte a los actores involucrados en el espectro educativo como son autoridades educativas, padres de familia y educandos, en relación a fomentar acciones como evitar el forro de libros y libretas con plástico, para inculcar no nada más el cuidado del medio ambiente, sino también la preservación y restauración del equilibrio ecológico y desarrollo sustentable, así como la de impulsar el ahorro; de manera, que se incorpora como principio que genere una sinergia y el establecimiento de patrones de conducta que ayuden a fijar o cambiar la mentalidad de los agentes que participan en la actividad educativa